La proteína de la espirulina es de gran calidad, ya que la proporción de aminoácidos es considerada cercana a lo ideal e incluso en ocasiones equiparable a la caseína de la leche, siendo únicamente deficitaria en lisina y metionina.
Disminuye el colesterol, estimula el sistema inmunológico, reduce la toxicidad renal, mejorar la cicatrización de heridas.